La Cultura Inca es una de las más importantes del continente sudamericano, y ha dejado un legado tangible de las civilizaciones precolombinas en el territorio que hoy conocemos como Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Sin duda alguna, Machu Picchu es la prueba viviente de la inteligencia y creatividad de los Incas al momento de habitar zonas escarpadas y de difícil acceso como la Cordillera de los Andes.
Machu Picchu y sus terrazas.
Machu Picchu no solo ofrece al visitante una vista de los templos y casas de piedra que se encuentran en su cúspide, sino que también entrega una mirada de su sistema de terrazas y regadíos, que dan una personalidad única a la ciudadela Inca y sus alrededores.
Las Funciones de los Andenes
Estos son amplios escalones construidos en las laderas de las montañas, esto le permitió a los Incas ganar tierras para desarrollar la agricultura y adaptarse al paisaje.
Sin duda alguna, crear grandes escalones significaba un gran esfuerzo, pero sin estos las constantes lluvias, la humedad y lo empinado de la zona habrían desencadenado grandes deslizamientos de tierra que habrían destruido Machu Picchu.
Este sistema de terrazas cumple con tres funciones principales:
- Contención: Estas construcciones evitaban que la erosión del terreno crease desprendimientos de material al momento de llevar a cabo la construcción de ciudades, casas y templos.
- Agricultura: A través de la realización de andenes los Incas ampliaron la cantidad de tierras útiles para la actividad agrícola. Las terrazas permitían aprovechar el agua de lluvia como fuente de riego de los cultivos, a través de canales que conectaban cada uno de los niveles de terrazas. En la actualidad, no se realizan cultivos en estas plataformas para mantener su integridad, esto debido al carácter de Patrimonio de la Humanidad de Machu Picchu.
- Centros ceremoniales: estos andenes de construcción más fina y extensa, tenían como objetivo ornamentar centros ceremoniales y/o administrativos. Un ejemplo de esto son los andenes de Ollantaytambo, Moray y Pisaq.
Andenes Incas de Cultivo en Machu Picchu
El Manejo de los Recursos Naturales
El sistema de drenaje interno de las terrazas de Machu Picchu, creado por los Incas, constaba de tres capas, una primera de mantillo, una segunda de arena y una tercera de grava. Estas capas permitían que el agua succionada por las terrazas no inundara los andenes, corriera ladera abajo a través de los niveles y fuera absorbida rápidamente sin generar deslizamientos de tierra que pusieran en peligro a la ciudad y sus habitantes.
Por otro lado, no solo las lluvias regaban estos cultivos, pues en las cercanías de la ciudad se encuentra el Río Urubamba. A través de un sistema de 130 ductos de drenaje y fuentes, los Incas fueron capaces de direccionar el agua del canal permitiéndoles abastecer a gran parte de la ciudad con este recurso natural indispensable para la vida.
El Ingeniero y Paleohidrólogo Kenneth Wright, dedicó 15 años al estudio del sistema de drenaje de Machu Picchu y ha destacado la labor realizada por los Incas. Según sus investigaciones, el 60% del agua de la que disponían provenía de las lluvias de la zona, estas llegaban a los 2.000 mm anualmente. Esto implicaba que los ingenieros idearan una forma para que el agua no se acumulara en la cumbre y fuese montaña abajo sin generar derrumbes.
Además de los drenajes y fuentes mencionadas anteriormente, Machu Picchu está construida estratégicamente sobre una capa de granito que permitía que el agua de lluvia se traslade hacia las terrazas y andenes.
Curiosidades de las Terrazas Incas
Una de las muchas particularidades que entrega la Ciudadela Inca es la distribución del sonido a través de la ciudad y de sus terrazas, situación que permitía una mejor comunicación entre los habitantes. Existen investigadores que se han dedicado al estudio sonoro dentro de asentamientos Incas; en estos se ha logrado identificar que algunos de estos lugares fueron construidos de tal manera que, aquellos que se encontraban más alejados de los centros ceremoniales, también pudiesen escuchar lo que se comunicaba. Esto gracias a la forma en que fueron cortadas y posicionadas las piedras que se utilizaron para construcción de la ciudad, lo cual contribuye al rebote del sonido.
Si bien esto no ha sido probado, existen quienes dicen que gracias a la distribución y proporciones de las terrazas, aquellos que hablaban desde el andén más alto podían ser escuchados con mayor claridad, lo que ayudaba a transmitir instrucciones o avisos a quienes se encontraban en las plataformas inferiores.
Los bellos andenes de cultivo en Moray, Cusco
¿Vas a visitar las Terrazas de Machu Picchu? No olvides llevar:
- Ropa cómoda y abrigada
- Gorros
- Guantes
- Calcetines de lana
- Agua embotellada
- Chocolate
- Caramelos de limón
- Protector solar
- Labial
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